Hace mucho tiempo atrás, yo era chica, apenas llegaba a mi adolescencia, cuando hablando con un amigo de mis papás, que estaba en la industria textil de Argentina, comentó delante nuestro que solo existían en el país una o dos fábricas de tela de Jean. Es decir que todos los marcas locales usaban el mismo proveedor, y solo cambiaban la etiqueta. Obviamente cada una con su modelo exclusivo y con la calidad que podían pagar…pero digamos que más o menos todos los jeans que veíamos en la calle, salían del mismo lugar.

Esto fue algo que nunca olvidé. Y que mucho más adelante, cuando me metí en la industria cosmética, también lo vi. Se morirían por saber que hay marcas de renombre que fabrican sus productos en el mismo lugar que otras «pito catalán».

¿Eso quiere decir que son todos iguales, y que solo pagamos una marca? No. Claramente hay stándares de calidad, fórmulas exclusivas, ingredientes en porcentajes distintos que hacen a la diferencia. Pero no podemos negar, que como en el jean, la marca y el packaging pueden hacer la diferencia entre elegir uno y el otro.

Planteado esto, lo que les quiero mostrar hoy es una prueba que hice con 3 labiales.

Que son bastante genéricos. Y que al final del camino seguramente elijamos entre ellos, igual que hacemos con un jean: descartando uno porque «no es una marca conocida» y aplaudiendo otra sin siquiera probarlo «porque es de una marca más trendy»

Estoy segura que ante estos tres labiales, si tuvieran la posibilidad de gastar el dinero como quieran, ninguna elegiría Vogue. Y me incluyo. Para mi es una marca nueva, que no conocía, pero desde que llegué a este lado del planeta empecé a escuchar más sobre ella.

De hecho, se ve que no soy la única que se interesó en ella, porque L’Oreal terminó comprando la compañía…así que algo interesante debe tener.

Mi 1er percepción NYX y Vogue son marcas muy parecidas. Solo que NYX quizás se vea más lindo, o suene más «canchero» que Vogue que parece la mala copia del nombre de la revista.

De seguro entre las tres todas pensaríamos en Rimmel como la mejor opción.

Déjenme decirles, que no estamos tan erradas. Claramente después de haberlos probado Vogue no es el mejor. Pero les aseguro no es tan malo…ni Rimmel es tan bueno.

Les muestro como quedaron en mis labios y qué pasó después de desayunar con ellos en ambos casos. Apliqué el de Vogue en el labio superior, y el otro en el inferior (Rimmel o NYX respectivamente).

Como 1er medida les quiero decir que el de Vogue claramente es el peor se «desliza» en los labios, porque su fórmula es más seca. Pero en realidad también promete ser mate, y creo que por eso sucede esto.

Tiene EXACTAMENTE la misma fragancia que el de Rimmel. El color es sólido y compacto.

El de Rimmel si bien es de su versión «mate», es más bien cremoso. No es brillante, pero el color es más transparente y no se ve tan «seco».

Así y todo el de Vogue no deja los labios duros, ni agrietados. Es un mate super confortable. Bajo ningún concepto es de esos labiales que se ven mal o se sienten peor.

Los Labiales de NYX son 1000 puntos. Probé de varios formatos, aunque no tenía en barra mate para este duelo, los quise poner. Porque para mi es la competencia directa. Diría que es la Vogue es su versión latina. Tienen incluso un origen muy parecidos, porque son marcas que surgieron de pequeñas emprendedoras que quería llevar el maquillaje de buena calidad y precio accesible a todas las mujeres.

Sin perderme en la historia, les diría que NYX fue el que mejor performa de los tres. Porque corre en los labios que da gusto, deja un color precioso, dura de manera bastante decente.

Pero si revisan las fotos, en el 1er desayuno cuando usé Rimmel (tono 38) y el de Vogue (tono terracota) -que by the way parecen casi el mismo tono-, me volví con mis labios sin nada. La duración fue la misma. Y en mi boca antes de empezar a comer, apenas se nota la diferencia entre ambos, salvo porque el de Rimmel es más brillante.

En el otro caso, se ve que comí un poco menos jaaa! Fue un desayuno más frugal 😉 el desgaste fue parejo, aunque el de NYX estaba más impecable, incluso para ser un tono oscuro como el que probé (es el tono LALA, quise usar el de la foto principal pero era muy claro y no se notaba la prueba).

Dicho esto, claramente Rimmel pierde la pelea, a pesar de ser el más «bonito y reconocido» de los tres. NYX es mi mejor opción, pero después de haber probado Vogue, debo reconocer que no le hubiera dado la oportunidad por su condición de «cheap» y me soprendí.

Y créanme que he probado labiales baratos, justamente por no prejuzgarlos pero si han sido definitivamente de terror. Vogue cumple su cometido. Está lejos de ser un horror.