Varias veces hablé sobre esta regla en el blog, pero hoy vamos a ver algo más especifico. ¿A qué me refiero?? Al uso correcto de una brocha, según su medida, que ya hablé en varios posteos y especialmente en este Consejo de Viernes (adelantado): El tamaño SI importa.
La premisa dice que «cuanto más compacta es una brocha, más producto deja».
Pero la idea no es explicarles qué brocha es para qué, sino cómo usar una brocha inteligentemente para rescatar un producto.
Lo voy a poner con un ejemplo para que sepan de que les hablo.
Supongan que tienen un rubor que pinta mucho (super pigmentado) o al revés , uno que apenas deja color. Muy probablemente, por una razón o por la otra, dejen de usar ese producto.
La idea, es que no dejen de usar un producto por este motivo. De esta manera, lo que tienen que elegir es el tipo de brocha para «rescatarlo».
Miren las fotos de abajo, con los 3 tipos de brochas que puedo usar para un rubor.
Si uso la 1era de la izquierda, bien compacta va a dejar mucho producto. En este caso ese rubor de Mac que ven, no solo es un color bien fuerte sino que además es mate y pigmenta mucho. Si uso esa brocha, me mata. Me va a quedar un manchón. En cambio, lo ideal es usar una brocha mucho más amplia*, de cerdas más suaves para que el efecto sea más sutil y no arruine mi maquillaje.
*siempre respetando el tamaño «medio» que necesitamos para un brocha de rubor. Porque si usan una gigante de rubor o bronce, van a ganar un efecto suave pero por todos lados, no únicamente sobre la mejilla como debería.

En la otra punta, tenemos este rubor claro de Milani. Que pigmenta perfecto, pero entre el color que ya de por si es claro y además es brillante, difícilmente se note mucho de forma natural. Pero si usamos una brocha demasiado suave (como las de la izquierda), va a ser peor…apenas se va a ver. Si es lo que buscamos ok, pero si descartaron un rubor por este motivo (demasiado imperceptible), busquen una brocha mucho más compacta y pequeña. Que deje un color más intenso, y voilá…de repente el rubor que no se veía, aparece.

Esto mismo pueden hacer con una base. Usando un pincel chato y compacto para darle más cobertura a una base bien liviana (aunque ojo las que tengan poros, que estos pinceles no son los mejores porque pueden dejarles mucho producto dentro de la zona de poros). O usar una brocha más abierta para una base más pesada, y así «airearla» para que deje menos en la cara.
Les dejo otros hacks de este estilo, que ya había mencionado antes en el blog:
Para correctores más livianos o más densos
O finalmente para usar una sombra que les resulte muy oscura, usando un cepillo que normalmente usarían para difuminar, para aplicar sobre el párpado móvil y que no se vea tan intensa.